La primera vez que me llamo Ana para hablar sobre su boda me contó que tenía dos niños preciosos y que ellos eran los que les habían dado el empujon definitivo para casarse, así que si algo tenía claro es que la sesión de preboda de Ana y Curro tenía que ser con los dos peques y que en vez de una preboda normal hariamos una sesión de familia en la playa.
Una de las cosas mas importantes para todas las parejas y también par ami es que estén comodos conmigo el día de su boda, en el caso de Ana y Curro esto era aún mas imprescindible porque los que tenían que estar cómodos conmigo por allí haciendo fotos eran Daria y Gala. Hacer esta sesión de fotos en la playa fue la mejor manera de conocernos entre los cinco, una guerra con pistolas de pompas, una merienda improvisada con chewaca y mini-Gala como invitados especiales sirvió para que pasaramos una tarde muy divertida, Ah y con mi arma secreta, una fuji instax que usamos para que Dario y Gala se engancharan a la fotografía.
Las fotos de Gala posando ya como una modelos al final de la tarde y el abrazo que me dio Dario al verme llegar a la boda de sus padres me confirmó que lo de la sesión familiar había sido una buena idea y que el objetivo de que estuvieran cómodos conmigo estaba conseguido.
Nos vemos pronto de nuevo, prometido!