Siempre he dicho que me lo paso genial cuando me toca trabajar con niños y que me encanta la fotografía infantil, por lo fresca y lo dinámica que es, pero hasta ahora le tenía bastante respeto a la fotografía de comunión.
Antes dejadme contaros mi recuerdo de mi fotografía de comunión
Tengo un recuerdo muy nítido del día que me hice mis fotos de comunión, mi madre y mi tía nos llevaron a un estudio de fotografía que por aquel entonces estaba de moda a petición de mis abuelos, en él nos hicieron mirarnos como si fuéramos novios y estuviéramos súper enamorados él uno del otro y nos hicieron fotos con un montón de poses forzadas que en aquel momento ya me parecieron ridículas, recuerdo que reíamos sin parar él uno del otro hasta que el fotógrafo se cabreo por eso mismo porque reíamos y no posábamos como él quería que lo hiciéramos, esas fotos con mi primo Tonchu tendría hoy un inmenso valor para mi si en ellas nos estuviéramos riendo y demostraran lo bien que nos lo pasábamos las dos juntos, pero el caso es que cuando las veo ni me reconozco yo, ni reconozco a mi primo, me dan mucha pena porque los que me conocen saben de la importancia que tendrían para mi esas fotos ahora mismo.
Por eso os contaba el respeto que me dan las fotos de comunión, me da mucho miedo que terminen en un cajón como las mías y que los niños al crecer se sientan avergonzado de ellas, así que poses si claro que si, pero intento que sean lo mas naturales posibles, en exteriores porque que es como me gusta trabajar adoro la luz natural y me cuesta prescindir de ella y también divertidas este año he tenido la suerte de que unas cuantas mamas han confiado en mi y en mi manera de ver la fotografía infantil en general y la fotografía de comunión en particular y me han dado total libertad para captar a sus pequeños en un momento tan importante y sobre todo me han dejado divertirme con ellos y ver que otra fotografía de comunión es posible.
Aquí os dejo con María y con su hermana Pilar un torbellino que se llevo toda la tarde cargando con una de las sillas que usamos como atrezzo e intentando robarle protagonismo a su hermana, espero que os gusten a vosotros tanto como a mi y que demuestren lo bien que nos lo pasamos esa tarde.
Espero que esto sea una pequeña muestra de que también se pueden hacer cosas diferentes y divertidas en la fotografía de comunión tanto en estudio como en exteriores como es en este caso.
Hasta la próxima!